Sibilas en la Catedral Metropolitana, Ciudad Autónoma de Buenos Aires


En el tambor de la cúpula de la Catedral Metropolitana, Paolo Francesco Parisi (1857-1948) pintó cuatro Sibilas: Cumana, Délfica, Eritrea y Tiburtina; simbolizando las cuatro virtudes cardinales: Fortaleza, Prudencia, Templanza y Justicia.

Y en la sacristía de la iglesia de San Pedro González Telmo, también en la ciudad de Buenos Aires, se encuentran doce de ellas.

La Sibila, personaje de la mitología griega y romana, también estuvo presente en las tradiciones cristianas y judaicas de los siglos I a. C. a I d. C. Se trata de una profetisa, inspirada en ocasiones por Apolo u otros dioses, capaz de conocer el futuro.

Cuenta la tradición que la joven Sibila, hija del troyano Dárdano y de Neso (hija del gobernador Teucro), estaba dotada del don de la profecía, y tenía una gran reputación como adivina. De ahí en más, las mujeres que tuvieron la capacidad de profetizar, fueron llamadas Sibilas.

Las Sibilas eran longevas, con vidas aisladas y misteriosas, morando en grutas o cerca de cursos de agua.

Las profecías eran manifestadas siempre en estado de trance y expresadas en hexámetros griegos que transmitían por escrito. El hexámetro es el verso muy usado en la poesía épica, en la sátira y en la poesía didáctica griega y latina. Consta de "seis metros", es decir, de seis pies, dáctilos o espondeos medidos por la cantidad de la sílaba, no por la acentuación como en la literatura castellana.

Se cree que la más antigua en la mitología griega fue "Trofile", hija de Júpiter y de Lamia (hija de Neptuno o Poseidón), considerando su don de origen divino. Algunas tradiciones citan a Herófila (quien profetizó la guerra de Troya) como hija de Zeus.

Luego surgieron otras, que se conocieron por el gentilicio del paraje donde moraban:

* Sibila babilónica o pérsica
* Sibila cimeria
* Sibila de Cumas o cumana (la más importante de todas en la mitología romana)
* Sibila de Samos
* Sibila del Helesponto
* Sibila délfica
* Sibila frigia
* Sibila Herófila de Troya
* Sibila libia
* Sibila tiburtina

Heráclito (siglo V a. C.) fue el primer autor griego en mencionar una Sibila.
Platón también mencionó una Sibila, y con el tiempo se fueron conociendo tres, diez y hasta doce.

Pero las Sibilas más conocidas son, sin dudas, las pintadas por Miguel Ángel en la bóveda de la Capilla Sixtina, intercaladas con cinco profetas. Eran las cinco Sibilas más representativas en su época: Cuma (o cumana), Persea (o pérsica), Eritrea, Délfica y Líbica. Cada una de ellas, a su manera, predijo el advenimiento de la era cristiana y por eso el Papa Julio II las quiso representar en la Capilla Sixtina. Todas aparecen en amplios asientos, consultando libros o papeles; figurando en ambos lados de cada fresco, dos pequeñas figuras desnudas.

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